En una de las zonas más recónditas de los Cárpatos rumanos, en plena región de Maramureş, encontramos la aldea de Sârbi. Tras sus grandiosas puertas esculpidas en madera, encontramos algunas de las tradiciones y oficios más antiguos de Europa central. Con una larga lista de maestros artesanos reconocidos a nivel nacional e internacional, esta pequeña aldea mantiene vivos muchos de los oficios que permiten a los lugareños vestir y vivir como sus antepasados.
La transhumancia es la práctica ancestral de trasladar el ganado entre pastos de verano e invierno. Esta tradición va desapareciendo poco a poco debido a múltiples factores que presenta la sociedad moderna. Esta forma de vida tradicional, que ha definido la identidad cultural de los pastores durante siglos en todo el mundo, todavía se puede observar en los Montes Apuseni, una cadena montañosa situada en Transilvania, en el interior de Rumanía.
Una de las familias de ganaderos de la aldea Gheţar, la familia Pasca, nos permite presenciar el cambio de vida que supone para su rutina esta tradición a principios del verano.
